el palestina entre 1939al1945 ( winston canahuate)

Saturday, May 20, 2006

el problema palestino 1939-1945 por winston canahuate



El problema palestino 1939-1945

Al terminar la Primera Guerra Mundial, los Aliados reconocen que los pueblos árabes que conformaron el para entonces ya casi extinguido Imperio Otomano, son decididamente pro-germánicos, por no admitir que más que eso son anti-británicos. Como los árabes constituían una unidad étnica y religiosa que trataba de consolidarse, deciden por tanto disolverla. Inglaterra no tenía ningún poder, ni de hecho, ni de derecho, sobre los pueblos árabes antes de la Gran Guerra, pero con la derrota de los turcos, ejerció su poder militar en la zona, obteniendo de la Liga de Naciones un mandato en 1922, que decidió el futuro de esa región.
Palestina estaba conformada por tres sanyaks: Acre, Naplús y Jerusalén. La población a principios de siglo alcanzaba la cifra de 700 mil habitantes, de los cuales 80% eran musulmanes, 10% cristianos, 8% judíos y 2% de otras etnias y religiones. La propiedad de la tierra estaba en manos de campesinos musulmanes, pues apenas 3% de ella pertenecía a judíos.
El concepto de un estado judío data de 1897 cuando en Basilea, el Primer Congreso Sionista concibe el Judenstatt, idea del vienés Theodore Hertz. Para llevar a cabo este concepto se creó la Compañía Judía que de acuerdo al modelo colonial británico se ocuparía de comprar las tierras y de desarrollar el proyecto de los asentamientos judíos. Una de las propuestas a la hora de definir el lugar, recayó en Palestina que por razones históricas había sido la meta de la emigración hacia oriente de los judíos Europa Central.
Cuando los británicos deciden otorgar en 1920 el poder político a un gobierno regional, lo hacen en la persona del Rey Faisal de Siria dentro de cuyo territorio se encontraba englobada Palestina. Después, en la Conferencia de San Remo, Palestina es separada de Siria y la ponen bajo un Mandato británico. El primer comisionado palestino Sir Herbert Samuel llegó a Palestina el 01 de julio de 1920, un hombre débil que a la postre se parcializaría con los palestinos, favoreciendo al líder Gran Mufti Haj Amin al-Husseini, a quien nombró Gran Mufti de jerusalén con poderes no sólo religiosos sino también políticos. Durante esos años la inmigración judía comienza a incrementarse y la brecha entre musulmanes y judíos crece por el temor y recelos que unos tenían de los otros. Cuando el gobierno británico decide crear Transjordania, el movimiento sionista se alarma porque Palestina es definitivamente escindida y se convierte en un territorio muy pequeño como para que en el futuro sirva de asentamiento a un estado judío. Creada Transjordania, automáticamente Palestina recibe una delimitación geográfica y queda bajo un régimen político netamente colonial que la diferencia de Siria, Transjordania, Líbano y Egipto, quienes gozan de ciertos privilegios institucionales.
En 1935, los partidos políticos palestinos presentan un documento a las autoridades británicas pidiendo el cese de la inmigración indiscriminada, detener la venta de tierras y piden la creación de un parlamento. Los judíos protestan ante las autoridades británicas porque esas peticiones disminuyen sus aspiraciones para llevar adelante la creación de un estado judío.
En 1936 comienzan los primeros desórdenes que llevan a una huelga general liderada por el Alto Comité Árabe. Las tres partes en conflicto no encuentran una solución satisfactoria al problema y como resultado, ante el horror de los palestinos, los ingleses plantean por primera vez, la partición del territorio palestino como una posible solución.
La insurrección Palestina crece y los británicos tiene temor que el sentimiento antibritánico se convierta en un decidido acercamiento a Alemania, por lo que escriben el Libro Blanco de 1939, en el que reconocen los derechos de los árabes. La Compañía Judía protesta el Libro Blanco, por considerarlo pro-árabe ignorando las premisas del Mandato de la Liga de las Naciones y de la Declaración Balfour del 2 de noviembre de 1919. El Presidente de la Compañía Judía, Ben-Gurion, manifestó "Lucharemos contra Hitler como si no existiera el Libro Blanco y lucharemos contra el Libro Blanco como si no hubiera guerra."
En mayo de 1940, cuando Churchill, reconocido simpatizante sionista, se convirtió en Primer Ministro, parecía que el Libro Blanco podría ser rescindido. Comenzó una cooperación militar británico-judía y hubo conversaciones para crear una división judía dentro del Ejército Británico. Los británicos entrenaron un comando judío conformado por los primeros efectivos del Palmach, que eran la reserva estratégica del embrionario Ejército Israelí (Haganah).
Con la entrada en guerra de Italia en mayo de 1940, Churchill decidió que las previsiones del Libro Blanco, relacionadas con la inmigración debían ser impuestas, para evitar que las protestas palestinas se convirtieran en una insurrección árabe que podría tentar a Alemania e Italia a prestarle apoyo. En esos momentos en Europa la emigración judía era un "sálvese quien pueda" con las costas estadounidenses y palestinas como las metas anheladas por cientos de miles de judíos. Era muy difícil que los británicos pudieran impedir que siguieran llegando inmigrantes ilegales a Palestina.
La situación bélica complicaba la situación, pues la marina británica detenía a los barcos mercantes que se aproximaban a las costas del Oriente Medio y entre ellos estaban los que transportaban cientos de inmigrantes judíos con destino a las costas de Palestina. Pero aparte de eso, muchos judíos sirios pudieron ingresar a Palestina de manera ilegal, luego de una audaz travesía por tierra. Debido a esa tumultuosa situación, en el puerto de Haifa, 267 judíos fueron muertos accidentalmente por las fuerzas del Haganah cuando trataban de evitar que fueran deportados en el SS Patria. En febrero de 1942, el mercante rumano Struma atracó en Turquía tratando de obtener permiso para desembarcar 747 judíos rumanos en Palestina, pero no sólo los británicos impidieron la operación, sino que le sugirieron a las autoridades turcas a sacar el barco del puerto y abandonarlo al garete en alta mar. Por este acto los judíos de Palestina les quitaron el apoyo a los británicos.
Durante toda la guerra, los judíos no tuvieron otra alternativa que dirigir su esfuerzo para derrotar a Alemania e Italia, dejando para después el problema del establecimiento de un estado judío; para ellos el triunfo de Alemania en la guerra habría significado la desaparición del asentamiento judío en Palestina. Los árabes también se calmaron con las promesas del Libro Blanco y los esfuerzos británicos para impedir la inmigración ilegal. Cuando las fuerzas ítalo-alemanas fueron derrotadas en África, las posibilidades de una efectiva ayuda del Eje a los países árabes, quedaron minimizadas y los ánimos palestinos se cayeron. Luego aumentó el poder británico en la zona, cuando en Siria derrotaron a las fuerzas francesas, las fuerzas británicas apoyadas por las fuerzas de la Francia Libre, estableciendo y consolidando así, regímenes pro-británicos en Siria, Libia, Transjordania y Egipto.
Por lo expuesto, a pesar de las tensiones en Palestina, los judíos mantuvieron su apoyo a los Aliados con una fuerza de miles de voluntarios, hasta que el 14 de setiembre de 1944 fue formada la Brigada Judía compuesta por 5000 soldados, la única unidad judía que sirvió en la Segunda Guerra Mundial, como una fuerza independiente con sus propios mandos.
Los árabes tomaron el lado del Eje, ya sea de forma evidente como el caso de Irak o de manera indirecta dándole apoyo al Gran Mufti Haj Amin al-Husseini en su Guerra Santa contra los británicos. La revuelta en Irak hizo explosión cuando las fuerzas de Rommel estaba a punto de ingresar en Egipto, pero el Mufti Haj Amin al-Husseini fue derrotado por los británicos y escapó a Italia y luego a Alemania, donde fue recibido por el "Islamische Zentralinstitut" y toda la comunidad islámica de Berlín. El Mufti fue aclamado como el "Führer" del mundo árabe, cosa que en cierto modo lo era, pues su prestigio rebasó las fronteras palestinas.
Breve reseña histórica de la época
Después de la Primera Guerra mundial, los Aliados decidieron que el Imperio Otomano debía desaparecer de una vez por todas porque eran claramente pro-germánicos. La Liga de Naciones le otorgó a Gran Bretaña un Mandato para la administración del Emirato de Transjordania, Palestina e Irak. A su vez, Francia recibió el mandato sobre Siria y Líbano, pero tuvo que tomar Damasco por la fuerza, sacando al Rey Faisal del trono al cual había sido elegido por el Congreso General Sirio en 1920. Los límites de Transjordania, no correspondían a una división política, lo que causó malestar entre los habitantes, que en el norte de Transjordania habían estado siempre unidos a los sirios, en el sur con la península árabe y en el este con Palestina. En noviembre de ese mismo año, el Emir Abulah de Transjordania, envió una fuerza de 2000 hombres desde Hijaz para restaurar el trono de su hermano en el Reino de Siria. En marzo de 1920, las tropas habían pasado Amman y se dirigían a Siria. Los ingleses intervinieron y se vio obligado a dar marcha atrás en sus planes para concretar sus deseos Pan-Árabes. En vista de la situación que se hacía muy explosiva, los británicos decidieron establecer un gobierno en Amman.
Desde el comienzo del mandato británico, Transjordania había sido dividida en tres distritos administrativos con un Asesor británico en cada uno de ellos. La región del norte, Ajloun, tenía su centro administrativo en Irbid, la región central, Balqa, lo tenía en Salt y la región sur tenía su Gobierno Árabe Moabita, en Karak. La región de Maan fue incorporada al Reino de Hijaz, tierra ancestral de los Hashemitas.
Enfrentándose a la determinación del Emir Abdullah Ibn Husayn Ibn Ali de unificar a los árabes bajo el mando de los Hashemitas, el Alto Comisionado británico le ofreció a Abdullah proclamarlo máxima autoridad de todo Transjordania dándole además un jugoso subsidio. Para completar el plan, a Faisal, hermano del Emir Abdullah, le ofreció coronarlo Rey de Irak. Con el incentivo y confiando que a largo plazo, los planes de unificación darían frutos, el Emir aceptó y estableció su primer sistema de gobierno centralizado el 11 de abril de 1921.
Con esa decisión, los británicos se aseguraron que Abdullah dejaría de sembrar la semilla de la independencia y de una unión Pan-Árabe en la región. Además establecían un estado baluarte para proteger los intereses británicos en Palestina y Egipto. Winston Churchill confirmó la posición británica en la Conferencia del Cairo de 1921. La escisión de Palestina dividía el Mandato Palestino a lo largo del Jordán y prohibía de manera específica la inmigración judía. La Liga de Naciones aprobó y confirmó la decisión británica. Esto molestó a los Sionistas porque el tratado efectivamente cercenaba a Transjordania de Palestina, reduciendo el área donde podría establecerse el posible asentamiento de un estado judío en la región. Una vez más se creaba un estado por la específica conveniencia estrategia de Gran Bretaña.
El Emir Abdullah logró además que los británicos aflojaran el mandato sobre Transjordania mediante el Tratado Anglo-Transjordano, firmado el 15 de mayo de 1923, mediante el cual Gran Bretaña reconocía al Emirato de Transjordania como un estado bajo el liderazgo del Emir Abdullah. Palestina resultaba un territorio muy pequeño para crear un nuevo estado sin que hubiera problemas posteriores, como efectivamente ocurrió. El Tratado Anglo-Transjordano, estipulaba que Transjordania debía prepararse para su independencia, con el Emir Abdullah como Jefe de Estado, bajo la supervisión del Alto Comisionado Británico en Jerusalén. Además, a partir de mayo de 1925 se incorporaban a Transjordania los distritos de Hijaz, Aqaba y Maan.
El período de entre guerras fue de consolidación e institucionalización en Transjordania. Abdullah logró construir una unidad política reuniendo a las dispares tribus beduinas en un grupo cohesionado capaz de mantener su esencia árabe ante la influencia occidental creciente. Logró también crear una fuerza de seguridad, la conocida Legión Árabe, para garantizar la integridad del emergente estado. La Legión Árabe fue establecida con la asistencia de oficiales británicos.
Pero aparte de la Legión Árabe, Abdullah sintió la necesidad de crear una sólida autoridad que sólo podía dársela una constitución que legitimara las instituciones representativas del estado. Para ello creó la Constitución del Estado que a su vez instituía un Consejo Legislativo con 7 miembros designados por él. Las elecciones se realizaron en febrero de 1929 para el nombramiento de otros 14 miembros, que con los primeros constituyeron los primeros 21 miembros del Consejo Legislativo. A partir de entonces se firmaron una serie de tratados con Gran Bretaña, pero que les garantizaban a los ingleses el control sobre los asuntos extranjeros, fuerzas armadas, comunicaciones y las finanzas del estado.
En 1925, las tribus nómadas beduinas no llegaban a integrarse al estado transjordano y Abdullah le pidió a los ingleses el apoyo para controlar el desierto con el establecimiento de fuertes de control, bien armados e intercomunicados. Los británicos crearon Arabia Saudita para aflojar la presión de las tribus sobre Transjordania, Finalmente, mediante grandes desembolsos de dinero y colocando asesores en los puestos clave del gobierno, los británicos lograron mantener al emirato bajo control. El Emir Abdullah se encontraba más que en deuda con los británicos.
En 1939, Transjordania era un puesto estratégico avanzado del Imperio Británico. Aunque no era un estado rico, debido a sus escasos recursos naturales, se constituía en el nudo de las vías de comunicación en la región y constituía una cuña metida entre los países árabes de la región que eran definitivamente pro-alemanes. Al estallar la guerra mundial, Abdullah tuvo muchas oportunidades para demostrar su lealtad a la Corona Británica. En 1941, unidades de la Legión Árabe combatieron al lado de los británicos contra el líder pro-alemán Rashid Ali en Irak y derrotando a las fuerzas de la Francia de Vichy cuando Gran Bretaña invadió Siria y Líbano. Luego de esos hechos, unidades de la Legión Árabe fueron usadas para resguardar instalaciones británicas en Egipto. Hay que recordar que quien sería después el Rey Husein de Jordania, fue educado en Londres y fue piloto de la RAF durante la guerra.
Al finalizar el conflicto mundial, el Emir Abdullah firmó un nuevo tratado con los británicos y por mandato de las Naciones Unidas, logró su independencia a cambio de bases militares británicas en su territorio. Debido a que las tierras transjordanas son muy pobres y considerando que los demás territorios árabes poseían petróleo, menos Transjordania, los británicos aceptaron darle un subsidio económico. El comercio con Palestina fue un punto sugerido como incentivo para los transjordanos, pero no pudieron rivalizar con ellos. La Legión Árabe se mantuvo bajo la tutela británica, a la vista del interés que la Unión Soviética demostraba por la región.